DIETA Y ESTRÉS
Las mujeres nos esforzamos: tratamos de comer sano, evitamos los fritos, hacemos algo de gimnasia, Pilates o caminamos, algunas veces nos damos un gusto con un “permitido”, si nos excedemos un poco nos llenamos de culpa….y sin embargo nos cuesta bajar de peso! Y lo que es mucho peor: las grasas no sólo se acumulan en vientre y caderas, sino también circulan por nuestra sangre, aumentando el nivel de lípidos y con ellos el peligro de sufrir enfermedades.
¿¿¿Qué estamos haciendo mal???
La respuesta está en el estrés y el modo de afrontarlo.
La Dra. Janet Kiecolt-Glaser, directora del Instituto de Medicina Conductual del Centro Médico Wexner de la Universidad de Ohio ha realizado investigaciones comparando los análisis de sangre de dos grupos de mujeres; el primero formado por mujeres que declaraban no haber sufrido estrés últimamente, a quienes se les suministró una dieta rica en grasas saturadas, mientras que el otro grupo estaba conformado por mujeres que habían experimentado estrés recientemente y que consumió una dieta saludable. Descubrieron que estas últimas a nivel fisiológico parecía que hubieran comido la comida rica en grasas saturadas: su ventaja por haber comido comida sana desapareció.
La conclusión es que el estrés puede socavar los beneficios de ¡una dieta saludable! Este estudio muestra la importancia que adquiere en momentos difíciles la adquisición de habilidades que nos permitan enfrentar las tensiones con éxito. Las capacidades de afrontamiento se adquieren y desarrollan con terapias psicológicas adecuadas que permiten mejorar, no sólo la salud mental sino también la física, haciendo que nuestros esfuerzos no resulten en vano.
