Depresión

• Está triste
• Se siente desganado
• Tiene pensamientos sombríos
• Tiende a desvalorizarse o a sentirse culpable
• Le cuesta disfrutar
SI UD...
• Se siente constantemente cansado
• Tiene dificultades para concentrarse
• Experimenta últimamente cambios en el sueño – insomnio, dormir más de lo usual o sueño inquieto y levantarse sin la sensación de haber descansado-.
• Aumenta o disminuye significativamente su peso o su apetito
• Su estado de ánimo sufre cambios bruscos
• Sufre molestias físicas no justificadas por una dolencia orgánica – cefaleas, contracturas, malestares digestivos-
....ESTOS SÍNTOMAS TAMBIÉN PUEDEN DAR CUENTA DE UNA DEPRESIÓN ENCUBIERTA.
ORIGEN DE LA DEPRESIÓN
Los factores que intervienen en el origen de la depresión son:
• Genéticos: algunos pueden ser hereditarios
• Biológicos: cambios hormonales o en el funcionamiento de los neurotransmisores.
• Afectivos: muerte de un ser querido, separaciones, problemas de pareja
• Sociales: soledad, dificultades con los amigos, conflictos en el trabajo, crisis económica, inseguridad o insatisfacción laboral.
Todos estos factores interactúan con un estilo cognitivo, un modo de percibirse y de ver el mundo, cuyas características esenciales son la baja autoestima, un alto nivel de exigencia y dependencia emocional, que suelen traducirse en pensamientos del tipo:
• “No sirvo...”
• “Todos pueden menos yo”
• “Hago todo mal”
• “Sólo a mí me pasa”
• “¿Por qué a mí nunca......
• “Si yo hubiera....”
• “Si yo no hubiera.....”
• “Nadie me tiene en cuenta”
• “No puedo….nunca podréEste tipo de pensamientos genera sentimientos de desesperanza, impotencia, angustia y culpa.
RELACIÓN ENTRE DEPRESIÓN Y TRASTORNOS DE ANSIEDAD
Los trastornos de ansiedad suelen producir en los pacientes un empeoramiento de la calidad de vida, lo que termina generando un estado de ánimo de tinte depresivo. Es por ello que los cuadros de trastornos de ansiedad aparecen en muchísima frecuencia asociados a una depresión. Ambos tipos de trastornos comparten una alteración de los niveles de serotonina en sangre.
Debido a la prevalencia de comorbilidad entre los trastornos de ansiedad entre sí, y de éstos con la depresión, es necesario un abordaje terapéutico dirigido a los aspectos comunes compartidos, junto a los otros específicos de cada dolencia.